A primera hora de la mañana, a eso de las 6:30 horas, la avenida de las Cortes se convirtió en un verdadero embotellamiento, mientras los vehículos se alineaban en dirección a la avenida de Astilleros, una de las entradas más concurridas a la capital gaditana, especialmente para aquellos que utilizan el segundo puente.
Conforme avanzaban los minutos, el colapso de tráfico se hacía evidente. Muchos conductores, desesperados por la falta de movimiento, optaban por apagar sus motores, resignados ante la inminente parálisis de la vía. Durante aproximadamente una hora, decenas de coches permanecieron detenidos en esta arteria urbana, mientras la situación también afectaba a la avenida de la Sanidad Pública, un paso frecuente para quienes bajan por la cuesta de la Guardia Civil hasta la rotonda de los Bomberos.
A medida que el tiempo pasaba y la frustración aumentaba, muchos intentaban maniobrar para girar en la avenida de las Cortes y encontrar rutas alternas. Fue alrededor de las 7:50 horas cuando finalmente la circulación comenzó a despejarse, permitiendo que aquellos que habían estado atrapados a las puertas del Corte Inglés durante casi una hora pudieran reanudar su camino hacia el centro de Cádiz.
Al principio, la razón detrás del atolladero causó preocupación entre los conductores, que temían un accidente de mayor magnitud. Sin embargo, a medida que se reanudaba el flujo de tráfico, la ausencia de indicios de un siniestro dejó perplejo a más de uno. Los servicios de Emergencias del 112 confirmaron que no había registrados accidentes en la zona a esa hora, a pesar de recibir múltiples llamadas de conductores alertando sobre el importante atasco sin conocer su causa.
Mientras los automovilistas se sentían aliviados al retomar la marcha, al pasar por la puerta del astillero, se podían ver agentes de la Policía Local dirigiendo el tráfico, además de 5 a 6 agentes de la Policía Nacional. Según fuentes municipales, el incidente que causó este caos vehicular se debió a que trabajadores de una subcontrata estaban repartiendo folletos en la zona desde las 7:00 horas, lo que exigió la presencia de ambos cuerpos policiales para controlar la situación resultante.
Este episodio destaca las complejidades y desafíos del tráfico urbano en Cádiz, recordándonos que, a veces, el inicio de la semana laboral puede estar lleno de sorpresas inesperadas.
