La alcaldesa de San Fernando (Cádiz), Patricia Cavada, ha estado presente en el inicio de las sobras de la segunda fase del desdoble de la avenida Pery Junquera, una de las arterias más importantes del municipio, «avanzando así en su estrategia de modernización urbana y mejora de la movilidad» de la ciudad.
«Hoy estamos aquí para dar comienzo a una actuación transformadora, que no solo va a mejorar la movilidad y la seguridad vial, sino también la imagen urbana de esta avenida tan significativa para San Fernando», ha afirmado la alcaldesa, que ha añadido que «esta obra es reflejo de la nueva etapa que vive la ciudad, en la que comenzamos a ver materializados muchos de los proyectos en los que llevamos meses trabajando, licitando y planificando».
Según ha explicado el Ayuntamiento en una nota, la actuación forma parte del plan municipal que apuesta por un modelo de movilidad estructurado y sostenible, basado en la creación de vías principales por donde canalizar el mayor volumen de tráfico, con el objetivo de liberar los espacios interiores de la ciudad y ganar terreno para el peatón.

«Llevamos tiempo desarrollando un modelo de ciudad que prioriza vías estructurantes como Cayetano Roldán, Ronda del Estero, la avenida Constitución y, por supuesto, Pery Junquera», ha explicado Cavada. Esto son «ejes fundamentales» que permiten derivar la mayor parte de la circulación por estos corredores, «liberando así el resto de zonas urbanas para usos peatonales y para la vida en comunidad».
En este contexto, la alcaldesa ha subrayado que «ya ejecutamos una primera fase de esta avenida, desde la rotonda de Tusquets hasta la avenida Al Ándalus, con un resultado magnífico que ha sido bien valorado tanto por su impacto visual como por la mejora tangible en la fluidez del tráfico».
Esta zona soporta una de las mayores intensidades de circulación de la ciudad, con hasta 20.000 vehículos diarios saliendo de San Fernando por ese punto. «Ahora damos continuidad con esta segunda fase, y ya estamos trabajando en la redacción de una tercera fase para completar todo el desdoble», ha anunciado.
La segunda fase de las obras va desde la avenida Al Ándalus, en la zona del Instituto de Las Salinas, hasta las inmediaciones del puente de acceso al centro comercial Bahía Sur, a la altura de la calle Maldonado. Las actuaciones incluye la ampliación de la calzada de dos a cuatro carriles, como ya se hizo en la primera fase. También se realizará la repavimentación integral, tanto del asfaltado como de los acerados.
Otros de los cambios serán la renovación y mejora de las canalizaciones de abastecimiento y red de pluviales, la reordenación del tráfico para mejorar la seguridad y comodidad del tránsito, la mejora del carril bici, atendiendo a las sugerencias de colectivos ciclistas y la incorporación de nuevas luminarias LED y mobiliario urbano.
Es clave también, según el Ayuntamiento, la reordenación de plazas de aparcamiento, optimizando las bolsas existentes. Como es el caso de la zona de Rafael Alberti, que la bolsa se regulará y se ampliará el número de plazas de aparcamiento.

Por otro lado, también se llevará a cabo, en material ambiental, la plantación de más de una cuarentena de árboles, y la creación de zonas ajardinadas. «Se trata de una obra que apuesta por una ciudad más verde y saludable, que reordena el espacio urbano para hacerlo más habitable y accesible», ha explicado Cavada.
En este sentido, ha indicado que se van a plantar nuevos ejemplares de arbolado, aunque también será necesario trasladar algunos árboles existentes que se encuentran en zonas de intervención directa sobre acerados o canalizaciones, siempre con criterios técnicos y de compensación ambiental.
Además, se incorporarán nuevos tramos peatonales accesibles, con acerados de dos metros de ancho y rampas en escaleras que facilitarán la movilidad de personas con diversidad funcional.
La inversión total asciende a 1.800.000 euros financiados íntegramente por el Ayuntamiento. La obra ha sido adjudicada a la empresa Martín Casillas S.L., con una sólida trayectoria y experiencia en proyectos de envergadura, y que ya ha trabajado en San Fernando en fases anteriores del entorno de la Almadraba. El plazo de ejecución es de diez meses, aunque el equipo de gobierno confía en poder reducirlo si las condiciones lo permiten.




