La negociación del convenio colectivo del sector del butano en la provincia de Cádiz se encuentra estancada, marcando un punto crítico que puede tener implicaciones significativas para el suministro de este recurso esencial durante los meses de verano. Desde la caducidad del convenio en 2023, los trabajadores han enfrentado una serie de desafíos, y tras un acuerdo parcial en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (SERCLA) al inicio del año, el diálogo ha vuelto a truncarse debido a la obstinada postura de la empresa Carbis S.L., recién establecida en Jerez.
Razones Detrás de los Paros
Los sindicatos CCOO Industria, UGT FICA y CGT han decidido convocar una huelga que se llevará a cabo en siete jornadas distintas durante los meses de julio y agosto. Las fechas programadas son:
- 21 y 22 de julio
- 28 y 29 de julio
- 4, 5 y 6 de agosto
La razón principal detrás de estas movilizaciones es la caducidad del convenio anterior y la falta de avances significativos en la negociación de un nuevo marco laboral. Aunque se logró acordar el pago de los atrasos salariales, no se han conseguido soluciones para establecer un convenio renovado que asegure la estabilidad y mejora de las condiciones laborales.
Los sindicatos han manifestado su frustración ante la actitud intransigente de Carbis S.L., acusando a la empresa de entorpecer las negociaciones y de poner en riesgo el futuro de los trabajadores. Además, existe una preocupación general sobre un posible nuevo modelo laboral que podría ser aún más precario que el actual, lo cual añade urgencia al conflicto.

Impacto de los Paros en el Suministro de Butano
A pesar de la convocatoria de huelga, se han garantizado servicios mínimos en hospitales, residencias y otros centros críticos, asegurando que estos lugares continúen recibiendo butano para evitar riesgos a colectivos vulnerables. Sin embargo, se anticipan posibles retrasos en la distribución, especialmente en áreas rurales, lo que podría afectar el suministro a muchas familias.
Al dividir la huelga en varias jornadas, los sindicatos buscan aplicar una presión sostenida sobre la patronal, incluyendo a Transportes Sereño, proveedor de Repsol Butano en Cádiz, para forzar la reanudación de las negociaciones sin causar un corte total en el suministro.





