Esta tarde, todas las alarmas han vuelto a saltar en Puerto Real, especialmente en la zona de El Almendral, donde un incendio ha puesto en alerta a los vecinos del entorno. Las llamas se originaron en los pinares adyacentes a la calle Juan Antonio Campuzano, devorando matorral bajo y pinos, un espectáculo que resuena con preocupación en la memoria colectiva de la comunidad.
Como ocurrió hace dos años en el devastador incendio del parque de Las Canteras, los habitantes de la zona no dudaron en actuar. Armados con cubos, mangueras y cualquier recipiente que pudieran reunir, se formaron cadenas humanas para combatir el fuego que amenazaba con acercarse peligrosamente a sus hogares. La valentía y solidaridad de estos vecinos fue crucial para evitar una tragedia mayor, demostrando una vez más que la unión hace la fuerza.

La rápida respuesta no llegó sola; al lugar también se desplazaron efectivos de la Policía Local, Policía Nacional, bomberos del parque de Tres Caminos y del Parque de Cádiz ciudad, así como miembros de Protección Civil y del INFOCA. Juntos, trabajaron incansablemente para controlar la situación y proteger lo que tanto significa para la comunidad.
Este incendio no solo trae consigo la angustia de su inminente peligro, sino que también despierta viejas preocupaciones. Apenas hace dos semanas, otro incendio, aparentemente provocado, arrasó varias hectáreas en la Dehesa de las Yeguas, planteando inquietantes preguntas sobre la seguridad del patrimonio natural de la ciudad. La posibilidad de que haya quienes quieran acabar con este valioso legado nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar y proteger nuestros espacios naturales.
Es un momento crucial para la comunidad de Puerto Real, que una vez más ha demostrado su capacidad de respuesta y solidaridad. Debemos permanecer alertas y trabajados juntos para salvar nuestro entorno, en la certeza de que solo unidos podremos enfrentar los retos que se presentan.





