A las 00:00 horas de esta noche de jueves 10 de julio, los autobuses urbanos de Cádiz y San Fernando iniciarán una huelga indefinida. Esta movilización coincide con el gran concierto de Jennifer López, que tendrá lugar a partir de las 22:00 horas en el Estadio de la Música de Cádiz. Este evento atraerá a miles de personas a la ciudad, lo que intensificará el impacto de la protesta laboral en un momento crítico para el transporte urbano.
Para mañana viernes 11 de julio, la situación se complicará aún más, puesto que Marc Anthony también se presentará en el festival Música del Mar, generando un flujo masivo de visitantes en la capital gaditana, justo cuando la huelga afecta la circulación de 42 autobuses entre ambas localidades. La tensión se incrementa a medida que los trabajadores se preparan para manifestarse a las 10:00 horas de hoy, marchando desde la Plaza de Asdrúbal hasta la Plaza de San Juan de Dios, donde permanecerán hasta las 14:00 horas.
Las negociaciones entre los representantes de los trabajadores y la empresa Tranvía de Cádiz a San Fernando y Carraca SA, tras más de cinco horas de diálogo mediado por el Sercla, no han logrado avanzar. Manuel Prado, presidente del comité de empresa, lamenta que «la negociación está totalmente truncada» y acusa a la empresa de no aceptar ninguna de las reclamaciones. Los trabajadores exigen mejorar sus condiciones laborales, insistiendo en aspectos como los descansos y registros digitales de la jornada laboral.
El director gerente de la empresa, Leopoldo Pérez, argumenta que las demandas son mayoritariamente económicas y considera que no se puede condicionar el servicio público a un convenio. Su postura es que el actual convenio colectivo, que califica de «muy bueno», ya cubre adecuadamente las necesidades de los trabajadores y que incrementar salarios en un 25 o 30% es irrazonable.
Ambas partes parecen estar firmemente plantadas en su posición. Los trabajadores exigen mínimos esenciales, mientras que la empresa defiende su capacidad de prestar el servicio público, incluso con los servicios mínimos impuestos del 50%. La historia de huelgas en la empresa, recordando solo las últimas en 2012, añade un trasfondo de tensión prolongada que podría afectar a usuarios y trabajadores por igual.
En este contexto, la huelga se presenta como un desafío no solo para el transporte urbano de la región sino también para los planos de ocio de numerosos gaditanos y turistas. La realidad es que, a medida que la ciudad se llena de veraneantes ansiosos por disfrutar de conciertos y eventos, el desenlace de esta movilización promete tener repercusiones significativas en la vida cotidiana de los ciudadanos de Cádiz y San Fernando.












